El empresario italiano Enzo Rossi ha decidido subir en 200 euros el sueldo a todos sus empleados después de un peculiar experimento. Durante un mes este buen hombre decidió vivir con un sueldo similar al de sus empleados comprobando como, el día 20, ya se había quedado sin una moneda."Estamos volviendo al siglo XIX cuando en mi pueblo había condes y barones, por un lado, y aparceros, por el otro, y se decía que los cerdos nacían sin piernas porque los jamones debían ir a los señores" dijo el empresario al diario "la Repubblica”.
El caso, que no pude evitar que me sorprendiese, es una buena muestra de que si los sueldos del grueso de la población son una porquería no es porque no se pueda subirlos, sino que a quienes ganan mucho no los interesa compartir la mínima porción del pastel.
La actitud de este empresario, que no deja de ser digna de destacar, no cambia nada. El ejemplo mas claro es que para uno que se comporta decentemente con sus empleados hay que sacarlo en el periódico. Por eso, cuando los de siempre hablan del progreso social desde el crecimiento empresarial no puedo tomármelo en serio, porque ese crecimiento, sea el que sea, siempre va a los bolsillos de los mismos.
Destacable lo de Rossi, si, pero no deja de ser un detalle bonito, algo anecdótico, porque en el fondo este caso no es mas que la excepción que confirma la regla.
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