lunes, 9 de junio de 2008

Regresión

Le puedo dar mil vueltas a las cosas, verlas desde mil puntos de vista distintos y todo sigue siendo igual de absurdo que antes de empezar.

Puedo tener una regresión, remontarme a tiempos pasados muy lejanos y prácticamente nada es distinto. Incluso puedo escribir un título, meses después algo a continuación, y si bien es otra cosa, no cambiará nada.

No puedo evitar que el tiempo pase y mucho menos la sensación de que todo sigue igual y que a la vez todo lo que uno quiere cambia.

A veces me pregunto que sentido tiene perder tiempo escribiendo o haciendo cualquier otra cosa. Al final, antes o después, todo acabará y haber vivido no tendrá mucho sentido.

miércoles, 4 de junio de 2008

Sergei Bubka del desierto

Sergei Bubka del desierto nació en un lugar que no sabes ni donde está. Se le negaron las oportunidades que a algunos incluso se nos regalan. Su futuro era incierto y poco esperanzador. Dejar su tierra, su gente y su vida se antojaba la única salida.

Su camino fue más peregrinación que camino, su historia una muestra clara de que este mundo está enfermo. Para ganarse la vida tuvo profesiones como vendedor de agua fría por 10 euros al mes, pero ni esa, ni ninguna de las piedras encontradas en su camino fueron capaces de borrar esa blanca sonrisa de su cara.

Noventa intentaron cruzar el desierto a pié, pero solo Sergei y 17 más llegaron al final. La desesperación hace a veces sacar fuerzas donde no las hay y que 5 litros de agua sean cargados y dosificados durante 5 largos días. Luego del desierto siguió la valla, cada vez que la tenía cerca el ser humano le hacia volver en unas horas sobre sus pasos de meses y así por tres veces. Un capricho del destino hizo que la cuarta fuera la vencida. Algunas heridas en la pierna el único daño colateral.

El camino había consumido tres año de su vida, un desierto y una valla infame habían quedado detrás. Su sonrisa se iluminó más que nunca, pero la realidad fue quien se entrometió nuevamente en su camino. El desierto es un regalo de la naturaleza, la valla el primer obstáculo injusto y solo una metáfora de lo que llega después. Detrás de la valla se esconden miles de vallas, mucho más discretas, pero más difíciles de saltar.

Sergei Bubka del desierto jamás será reconocido como su homónimo olímpico, a pesar de que su gesta fuera meritoria, él nunca fue un deportista de elite, el motor que le movía se llama desesperación. Pero lo más meritorio del caso no fue su gesta, que observada desde el punto de vista de los obesos y sedentarios primermundistas, se antoja una proeza sobrehumana, sino el que nunca se borró de su rostro esa blanca sonrisa

Ahora Sergei intenta seguir saltando vallas y atravesando desiertos, las vallas y los desiertos de esta puta sociedad.

martes, 3 de junio de 2008

Hasta los enanos se reproducen

Ariana todavía no tiene una semana y me hace sentir el paso de los años. El peso no es el de antaño ni de cerca y muchas cosas han cambiado sin apenas darme cuenta. Sigo en mis trece aunque todo a mi alrededor cambie.

Hoy comparto la felicidad de alguien con quien el paso de los años no ha hecho cambiar en nada el mutuo afecto, a pesar de que la vida nos hayan hecho transitar caminos tan distintos y tener presente y planes de futuro tan diferentes.

Hoy solo siento alegría por la alegría ajena, aunque de una forma u otra no me sea tan ajena. Hoy me voy a dormir feliz y con la certeza de que ya hasta los enanos se reproducen.