
Estamos ante uno de los misterios mas inexplicables de la historia de la humanidad, supongo que porque nadie se para a pensarlo un solo momento, porque yo soy incapaz de, mediante un razonamiento lógico, entender que tiene de interesante dejarse uno la fuerza y la vitalidad haciendo cosas para que otro viva como un señor.
El trabajo embrutece, consume la vitalidad, el trabajo amarga. El trabajo es la esclavitud moderna y está planteado todo de tal forma que sea imposible vivir sin él, no por que dignifica (aunque muchos se lo crean), sino porque es la única forma de comer.
2 comentarios:
A ver, has condensado demasiado todo lo que piensas sobre este tema, o al menos todo lo que pensabas hace unos meses.
Tal como está montada la estructura, el trabajo dignifica, y dependiendo de qué trabajo (si te gusta o no tienes más cojones) embrutece o amarga más... o menos...
Si no tueviera que trabajar para comer y disfrutar ciertas cosas que requieren dinero (y bastante) me dedicaría a lo mismo que hago ahora, o a algo bastante parecido, entonces no tengo la sensación de que me amargue.
Seré una de los/as necios/as que no se paran a pensar, pero la peor época de mi vida fue el tiempo que me llevé sin trabajar, ya sabes, condicionamiento.
Pues el trabajo en sí no dignifica, dignifica el cómo te sientas y eso depende del trabajo en sí y de uno mismo.
Pero es verdad que por mucho que guste, cuando se convierte en obligación es una mierda, porque tener que entrar a trabajar cuando fuera hace un solecito de los buenos y tienes un gran césped a la vista...eso no dignifica nada. Lo suyo sería ser riquito y echar horitas en un trabajo que te guste, pero sin presiones, vamos, a modo hobby.
Pero bueno, esto no es realista, y sólo unos cuantos se lo pueden permitir, así que sólo nos queda esperar un buen trabajo, tanto remunerado como agradable y que nos alimente el genio.
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