lunes, 3 de diciembre de 2007

Casas Viejas: metáfora de la puta realidad

Era una vieja casa en ruinas a punto de caerse por su propio peso. Entonces un grupo de jóvenes la restauró y convirtió en un centro cultural autogestionado.

En Casas Viejas vi películas y documentales que no se podían ver en cines convencionales, conciertos e incluso obras de teatro.

También en el bar que había en la casa, que por cierto en limpieza ganaba al 95% de los bares “normales”, me echaron a las 1 a.m. alegando: “que los vecinos duermen y esto es un centro de reunión, no una discoteca”. En cualquier garito comercial, se las suda los demás cuando se trata de recaudar, a menos que una multa amenace.

La policía desalojó el lugar, nos hemos quedado sin Casas Viejas pero como reza una pintada a metros de mi hogar: “la casa era lo de menos, quedan miles”. Sevilla tiene una pintada cada 200 metros y pronto tendrá, contradicción incluida, “La Nueva Casas Viejas”.

Desde este pequeño y humilde espacio quiero expresar mi total apoyo a este movimiento. Del mismo modo condeno la actuación de la policía, el Ayuntamiento de Sevilla y la prensa en este asunto. Si Público, flamante periódico de ¿izquierdas?, es capaz de publicar esto espero, por lo menos, que quienes tengamos un humilde medio de comunicación, como un blog, lo utilicemos en beneficio de la verdad y contra la mierda que nos intentan vender.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay cosas de las que no puedo opinar ya que nunca entré allí, pero esto no implica que haya aspectos básicos y fundamentales del movimiento okupa a los que me oponga rotundamente. Principalmente me revienta el tener que pagar una hipoteca para poder vivir, mientras que a esta gente porque se les meta en las pelotas, invadan un espacio privado bajo la escusa de que "estaba abandonado". Por otro lado, me hace muchísima gracia el que quieran llevar la bandera de la Cultura, una gente que luego se dedican a realizar destrozos, mini-incendios y pintadas a lo largo y ancho de la ciudad. ¿Cómo te puedes considerar abanderado de la cultura y luego realizar pintadas en unas obras de arte valiosísimas expuestas en plena calle?

La Miss dijo...

Recuerdo que no entraste por puro prejuicio, lo recuerdo.
A ti te revienta pagar una hipoteca, pero no te has parado a pensar que con eso eres complice y colaboras con especuladores culpables de que te tengas que pasar la vida currando para pagar. Si todos ocuparamos la cosa cambiaría, en lugar de echar cojones, criticamos a quienes los echan por los demas.

Con respecto a obras de arte supongo que te refieres a lo de la alameda, que no se si fueron ellos, no me consta. Y si, Sevilla está llena de pintadas y eso no deja de ser una forma de manifestarse y yo la verdad no vi pintadas sobre Casas Viejas en ningún monumento, solo en paredes. Segundo, los destrozos en bancos e inmobiliarias yo no solo los justifico, sino que los festejo.

Para terminar, porque en verdad creo que me queda bastante por decir te remito a una entrada que escribire en estos dias sobre 1 entres 1000, y 999 entre 1000.

Anónimo dijo...

¿Que ocupemos todos? ¿Y qué coño íbamos a ocupar? Javi, si eso se extendiese, tal y como tú propones, nadie ahorraría para construirse una casa y no habría qué ocupar.
Respeto la propiedad privada, porque desde tu bocadillo hasta tu habitación. No me creo con ningún derecho a robarle nada a nadie.
Una cosa es ceder un espacio al que no le vas a dar un uso inmediato, porque consideras que se pueden hacer cosas estupendas en él y otra cosa es que alguien, porque le sale de sus santos cojones no sólo se te meta en tu casa, sino que cuando le pides que porfavor salga, se atrinchere y te diga que te jodas.
¿No es más digno ir a darle la bara a diario al puto alcalde de turno pidiendo pisos dignos de protección oficial para todos? Claro, lo que pasa es que es que hay que movilizar masas y ser constantes, sudarlo, y es más fácil colarse en casa ajena.
Si me apuras, tolero que en una casa tiradísima te metas, pero coño, cuando venga el dueño y te pida que te vayas, ¿Qué menos que lo hagas? Mira, en Londres no es ilegal vivir en casas deshabitadas, pero son menos radicales y cuando esa casa deshabitada le llega la hora de ser desalojada para darle un uso, la peña se va (no todos) sin problemas. Aquí ni eso.
Por otro lado, tanto si el sitio es público como privado, si allí lo que hacían no es más que un beneficio para el barrio, lo más decente es que el ayuntamiento proporcione un sitio en condiciones donde poder desarrollar las actividades, total, mirándolo egoístamente desde su punto de vista, se ahorran muchos sueldos.

Y la gracia que me hizo ver en la tele a mi amigo Alberto metido en todo el embolao. Si es que no tiene remedio!