Campeonato del mundo de ruta en Sstuttgart, todos los ojos estaban puestos en Óscar Freire pero ahí estaba Paolo Bettini. Primero vigiló al favorito, después destrozó la carrera y las estrategias de los rivales escapándose con los pocos valientes que pudieron seguir su rueda.
Una escapada brillante, como solo hacen los grandes y viendo los compañeros de aventura se limitó a controlar para en los últimos metros lucir su punto de velocidad y matarlos en un sprint inapelable. Un año mas fue merecido campeón del mundo.
Sigo sin entender cuando me preguntan ¿En serio que te gusta el ciclismo? Cuando es uno de los espectáculos deportivos mas apasionantes que he conocido, lo tiene todo, fuerza, tanto física como mental, sufrimiento, emoción y talento.
Aunque desde el propio ciclismo se haga flaco favor a este deporte, por mucho que se ensucie a los corredores con la presunción constante de dopaje, siempre quedarán valientes dispuestos a darlo todo encima de una bici y aficionados deseando disfrutar de este maravilloso deporte. Bravo Paolino, Bravo e grazie per lo spettacolo.
Una escapada brillante, como solo hacen los grandes y viendo los compañeros de aventura se limitó a controlar para en los últimos metros lucir su punto de velocidad y matarlos en un sprint inapelable. Un año mas fue merecido campeón del mundo.
Sigo sin entender cuando me preguntan ¿En serio que te gusta el ciclismo? Cuando es uno de los espectáculos deportivos mas apasionantes que he conocido, lo tiene todo, fuerza, tanto física como mental, sufrimiento, emoción y talento.
Aunque desde el propio ciclismo se haga flaco favor a este deporte, por mucho que se ensucie a los corredores con la presunción constante de dopaje, siempre quedarán valientes dispuestos a darlo todo encima de una bici y aficionados deseando disfrutar de este maravilloso deporte. Bravo Paolino, Bravo e grazie per lo spettacolo.
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