El resultado: ni un rasguño para mi humanidad y, principalmente, haberme incorporado por la puerta grande, a la larga lista de rockeros de corazón que pueden presumir de haberse pegado una torta con un coche de lujo.
Moraleja: Debería decir... “niños, no intenten hacer esto en sus casas”, pero no, no es mi estilo porque entre otras cosas estaría faltando a la verdad. La experiencia de pegársela con un BMW es indescriptiblemente satisfactoria. A quién tenga la posibilidad de permitirse tal capricho mi humilde consejo es: Hacerlo.
1 comentario:
La leyenda crece y nadie podrá hacer nada por evitarlo... o sí.
BMW --> PLOFF
PLOFF, PLOFF
PLOFF, PLOFF, PLUFF
POP!! POPPY, POOR <-- POPERO
Publicar un comentario