Debo reconocer que hacía mucho tiempo que no iba al cine y no se me ocurrió mejor idea que ir a ver “300” con dos de mis habituales secuaces (Txema & Antonio). En mi defensa podría decir que no pagué la entrada para ver semejante espectáculo, que una chavalita muy simpática que conocimos Antonio y yo, la noche anterior en un bar, trabaja en los cines y nos dio invitaciones. Verídico, pero es igualmente imperdonable, mea culpa.
Antes de ponerme como una fiera, destacar dos cosas: la peli entretiene y cuando se meten los unos a los otros dan ganas de dar a todo el que esté alrededor.
Ahora bien, el argumento es insultante, la peli va de un notas: Leonidas (muy musculoso y cargado de valores él) se va a las Termópilas con 300 valientes soldados para hacer frente al malvado Emperador Jerjes y su ejercito de esclavos (muy malos y moros ellos) que llegan a Esparta a poner en jaque sus valores de libertad.
Mientras el valiente Leonidas se parte los cuernos por esos valores, en Esparta algunos no ven con buenos ojos su actuación , una pandilla de traidores , vendidos al enemigo y homosexuales pacifistas. Antes de la batalla en que los 300 morirán como valientes el Rey Leonidas manda a Esparta a uno de sus hombres, para que cuente lo que habían hecho y los demás se concienciaran de lo importante de combatir al enemigo. Al final, como siempre, ganan “los buenos” y Esparta hace frente, como dios manda, al enemigo.
La carga ideológica de la película no vale la pena comentarla, porque es obvia, pero yo me pregunto si esos 300 valientes espartanos nobles y suicidas por su causa, que defienden su cultura, sus leyes y su modo de vida, no se reflejan más en unos terroristas suicidas que en marines americanos.
En definitiva, la película inoculará ideas jodidas a quien se deje inocular (los moros son malos malísimos, hacemos guerras en todo el mundo en defensa de tu modo de vida, quienes no estén de acuerdo con esto son unos cobardes, vendidos y traidores), podrían haber metido el mensaje mas disimuladamente, es casi obsceno el descaro, pero vivimos en el mundo que vivimos y no hace falta, la gente es idiota.
lunes, 16 de abril de 2007
300 (a la carga mis espartanos)
Etiquetas:
Cine,
Cultura,
Política,
Reflexiones desde el cuarto de baño,
Reflexiones propias
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Como éste es el único ¿pensamiento, podemos llamarle? que no tiene comentario, pues te lo hago aquí.
Me ha dado el enlace Gloria, la chica de Chiclana que conociste en Sevilla la semana pasada... pues yo soy su compañera de trabajo, y quien os hizo la foto, q supongo que ella te habrá enviado... Decirte que me han sorprendido estos... pensamientos... me parece que escribes de puta madre, y que le das forma a muchos pensamientos de los demás, que no sabíamos cómo expresar... Ah!! también decirte que parece que escucho a Ricardo Darín, o a los Alterios, o alguna película de ellos, no sé si porque me dijo Glory que eras argentino, o porque... son las expresiones, o no sé... También decirte que me ha gustado que escribas sobre tu país, sin que haya nada de duelo migratorio (término muy terapéutico, lo sé, pero no quiero recordar a Antº Molina), y que rompas cualquier idea que se pueda tener de un tío tan joven que se busca las papas así de bien y que tiene la cabeza tan bien amueblá.
Felicidades, que me ha gustado mucho, de verdad
Muchas gracias por tu comentario, siempre da gusto que a uno le digan este tipo de cosas, el ego se dispara.
Espero que te sigas pasando por este espacio, aunque el fin es más que nada un tema terapéutico mio para escribir y soltar, siempre da gusto que la peña se meta aquí, comente y demás, le da vidilla a al temita.
Omitiendo la carga ideológica (como la tiene casi toda película hollywoodense)a mí también me pareció muy entretenida,hace tiempo tuve la oportunidad de leer el cómic (o tebeo como le laman por allá) y lo que rescato es eso, el aspecto visual, fotografía, escenarios, etc.
En cuanto a la trama es simplista y sin grandes pretensiones pero entretiene y si la sacas del contexto político progringo vs Irán, y sin afanes de apegos históricos, cumple con los elementos que caracterizan a las obras de Frank Miller (Sin City, Dare Devil, Batman, entre otras) que es irreverencia, sangre, violencia, humor negro, crítica a las religiones, sociedad y política. En general me pareció divertida.
Publicar un comentario