lunes, 30 de abril de 2007

BMW (Basado en hechos reales)

La materia es impenetrable, eso lo sabía yo. Pero resulta que algunas horas menos de sueño, casi ninguna en este caso, le hacen a uno plantearse otras alternativas. Aquel trozo de hormigón se me antojo, en ese momento, tan irresistible que no vi otra posibilidad que llevármelo por delante, con la vana esperanza de que el orden de la física se alterara en ese momento para darme el capricho.

El resultado: ni un rasguño para mi humanidad y, principalmente, haberme incorporado por la puerta grande, a la larga lista de rockeros de corazón que pueden presumir de haberse pegado una torta con un coche de lujo.

Moraleja: Debería decir... “niños, no intenten hacer esto en sus casas”, pero no, no es mi estilo porque entre otras cosas estaría faltando a la verdad. La experiencia de pegársela con un BMW es indescriptiblemente satisfactoria. A quién tenga la posibilidad de permitirse tal capricho mi humilde consejo es: Hacerlo.

sábado, 28 de abril de 2007

Ambigüedad

A pesar del grito en el cielo de retrógrados varios, en España se aprobó la ley de matrimonios homosexuales, cosa que celebro. El que una ley lo regule, le una entidad, y ellos, homosexuales y lesbianas, tengan la suerte de sentir la ley de su lado, reitero, es para celebrarlo.

¿Con eso se va a eliminar los palabreríos? ¿Eso supone un fin real a la discriminación? ¿Eso va a cambiar el mundo y las ideas de la gente? No, seguro que no (a largo plazo quizá ayude), pero yo lo sigo celebrando igualmente

La religión siempre va por detrás de las sociedades, las leyes casi siempre, pero en este caso no, va por delante de la sociedad, y yo lo celebro.

¿Que vivir distinto de lo políticamente correcto no sea apuntado con el dedo de los necios, hipócritas y reaccionarios ? Imposible, pero no pasa nada, siempre esta bien que existan idiotas (por eso de mirarse en ellos y sentirse bien), por eso vuelvo a celebrar.

Los homosexuales tienen hoy en día la ley que se merecen, y yo lo celebro, pero nosotros, los que pensamos y vivimos “distinto” que la mayoría, siempre seremos mal vistos, pero no te preocupes, nosotros siempre podremos jugar a la ambigüedad, y eso, yo lo celebro también.

jueves, 26 de abril de 2007

Hay que acabar con la lacra del trabajo

Falta de sueño, mal humor, cansancio crónico, disminución del apetito sexual (perdida jamás, ni el trabajo puede con eso), embrutecimiento, nulidad de ocio y por ende de toda capacidad creativa, pérdida de interés hacia todo, pérdida de todo tipo de vida social, depresión, tendencia suicida. En definitiva, infelicidad. Ni temporal, ni a media jornada, ni fijo; ni mal pagado, ni bien pagado; Hay que acabar con la lacra del trabajo.

lunes, 23 de abril de 2007

El ombligo de Sevilla

ARTURO PÉREZ-REVERTE | El Semanal | 17 de abril de 2005

María José, la telefonista del hotel Colón, me va a echar una bronca, como suele, en plan: esta vez se ha pasado varios pueblos, don Arturo, de Dos Hermanas a Lebrija, o más lejos, a ver quién le manda a usted meterse con la Sevilla de mi alma. Pero uno debe ser consecuente; y la semana pasada, al socaire de Matanza cofrade y la parafernalia blasfemo-judicial que arrastra cual bata de cola, se me calentó la tecla y prometí hablar hoy de cultura sevillana. De manera que cumplo, arriesgándome a que me quiten los premios que en esa ciudad me dieron por la cara, a que el director de ABC –allí y en Madrid El Semanal sale con ese diario– se acuerde de mis muertos, a que los amigos dejen de mandarme aceite, y a que Enrique Becerra diga que el cordero con miel o la carrillada de ibérico me los va a poner la madre que me parió. Pero uno tiene derecho a hablar de lo que ama. Y el caso, como dije que diría, es que con la palabra cultura ocurre algo extraño. Cuando la pronuncian, cinco de cada diez sevillanos piensan en la Semana Santa o la Feria de Abril. A lo más que llegan algunos es al barroco de las iglesias. Mi compadre Juan Eslava cuenta lo del turista que va en carruaje por la Alameda, y cuando pasa ante una estatua y pregunta si se trata de un pintor, un escritor, un músico o un poeta, el orgulloso cochero responde: «Qué va, hombre. Es Manolo Caracol».

Pese a los esfuerzos, casi suicidas, de heroicos paladines locales por romper la burbuja en que esa ciudad vive ensimismada, el grueso de los esfuerzos culturales sevillanos pasa por el embudo de las cofradías locales, estructura social en torno a la que se ordena la vida pública. El resto es secundario, no interesa. Los museos languidecen, las exposiciones llegan con cuentagotas –y sólo si está Sevilla de por medio–, las librerías cierran, las bibliotecas no existen o se ignoran. Si se tratara de una ciudad donde imperase la modestia, uno creería que ésta se avergüenza de cuanto la hizo hermosa e inmortal. Pero no es modestia sino egoísmo autocomplaciente, indiferencia a cuanto no sea arreglarse el Jueves Santo para salir con la medalla de la cofradía al cuello, a pintarla en la Feria, a tomarse una manzanilla en Las Teresas o en Casa Román, mirando alrededor mientras se piensa, o se dice, que Sevilla es lo más grande del mundo, y qué desgracia la de quienes no nacieron sevillanos.

Siempre que viajo allí me pregunto lo que podría ser esa ciudad si dejara de mirarse en su espejo autista y se abriera al mundo con la cultura como reclamo y bandera. Hablo de la cultura de verdad, no de la caduca soplapollez de diseño que pretenden vendernos políticos y mangantes en busca de la foto y el telediario del día siguiente, o del folklore demagógico y sentimental con el que quienes manejan el cotarro pretenden –y lo consiguen desde hace siglos– llevarse al huerto a la ciudadanía. Hablo de la Sevilla que va más allá de los retablos barrocos en misa de doce, de los bares de tapas, de los pasos de Semana Santa, de la Feria de Abril y los carnets del Betis o del otro, de los apresurados rebaños de chusma guiri que el sevillano necesita tanto como desprecia. ¿Imaginan ustedes parte de la pasta invertida en cofradías y casetas de feria, empleada en hacer de esa ciudad un verdadero polo de atracción, no sólo del turismo, sino de la cultura internacional? ¿Calculan lo que supondría aprovechar el clima, el fascinante escenario, la abrumadora riqueza de palacios, atarazanas, lonjas e iglesias, para proyectar la ciudad hacia el exterior, celebrar conciertos de renombre internacional, organizar ferias y exposiciones que atrajeran a artistas, críticos y público culto de todo el mundo? ¿Imaginan una gestión cosmopolita, lúcida y eficaz, de tanto arte, arquitectura y belleza, con la extraordinaria marca registrada de Sevilla como argumento? Es desolador que una ciudad así no se haya convertido –la ocasión perdida de la Expo se esfumó con los mediocres y los catetos que la gestionaron– en sede anual, bianual, quinquenal o lo que sea, de acontecimientos culturales que pongan su nombre, a la manera de Venecia, Salzburgo, París o Florencia, en la vanguardia de la cultura internacional. En lugar de eso, Sevilla sigue resignada a ser una pequeña ciudad onanista y a veces analfabeta, que no llora por las cenizas perdidas de Murillo, pero sí cuando pasa la Virgen; y que emplea el resto del año en discutir sobre si los arreglos florales de la Esperanza Macarena eran mejores o peores que los de la Esperanza de Triana.

viernes, 20 de abril de 2007

Hipocresía

Hace un par de noches, tranquilamente sentado en el sofá de mi hogar, me encontré un documental en la tele sobre el tema de la marihuana terapéutica.

¿De que iba el documental? De lo de siempre, de una gente que esta realmente jodida y que en su caso, la marihuana era su solución. Para unos era útil para no perder la vista, para otros, una forma de que los meses que les quedaban de vida fueran de eso, de vida, ya que esta sustancia les permitía reducir su sufrimiento.

Como contrapartida, el documental mostraba a una organización, financiada por el gobierno de EE UU que se oponía tajantemente, argumentando que sus hijos (era una organización de padres) habían muerto a causa de las drogas. ¿El argumento de esta gente? Muy simple, sus difuntos y adictos hijos habían empezado consumiendo cannabis, para luego “pasarse” a otro tipo de drogas, como por ejemplo cocaína y heroína

Ese último argumento, desde ya, logró alterar mi habitual tranquilidad y paz interior. Vamos a ver, señores, que se está hablando del uso terapéutico de la marihuana y no al uso porque si. Además, quien acaba en la heroína hubiera dado con ella con o sin cannabis.

Hipocresía es lo que hay, y mil historias de “manos negras” que pueden explicar el por qué de la prohibición. Pero vamos a dejarnos de tonterías y vamos a llegar de una vez a la esencia del asunto, en el mundo hay millones de consumidores de marihuana, con fines terapéuticos y sin ellos, que en su mayoría no han consumido, ni consumirán, drogas que si son un riesgo para su salud y su vida.

Por el contrario, otros que han perdido la vida a causa de las drogas, antes de llegar a ellas habían consumido tabaco & alcohol (ambos legales), cannabis, chuletas de cordero, papas fritas y leche materna, entre otras cosas, y yo todavía no he oído a nadie querer prohibir todas esas cosas. El argumento se cae por su propio peso.

No hay un solo estudio científico serio, que diga que quien consume marihuana acabará irremediablemente en drogas duras, ni uno, y tampoco hay ninguna persona en el mundo que muriera por sobredosis de marihuana (y yo he visto a gente fumando a lo bestia).

Dejemos de ser hipócritas humanidad, una vez aunque sea, legalicemos la dichosa planta y si no es mucho pedir fumemos todos juntos, que estoy seguro que el mundo sería un lugar un poquito mas habitable si lo hacemos.

miércoles, 18 de abril de 2007

A ciencia cierta

Me han llamado, por orden alfabético: Asqueroso, Amamonao, Basura, Blasfemo (este debo reconocer que es mi preferido), Boludo, Bujarrón, Cabrón, Calentorro, Capullo, Cerdo, Checo, Chusma, Cretino, Degenerado, Delincuente, Depravado, Desgraciado, Escoria, Estúpido, Forro & Gilipollas.

Gualtrapa, Guarro, Hijo de una grandísima puta (perdón mamá), Huevón, Indeseable, Inepto, Inmaduro, Inmoral, Jodido, Kamikaze, Lepero, Mamón, Marica, Memo, Nardo, Ñoño, Oloroso, Pajillero, Peludo, Pelotudo, Pendejo, Pringao, Quemado, Raro, Subnormal, Tarado, Tonto de las pelotas, Zopenco & tantas otras cosas.

Gracias, el día que se diga de mi que soy un ejemplo para la juventud sabré, a ciencia cierta, que algo no estoy haciendo bien.

lunes, 16 de abril de 2007

300 (a la carga mis espartanos)

Debo reconocer que hacía mucho tiempo que no iba al cine y no se me ocurrió mejor idea que ir a ver “300” con dos de mis habituales secuaces (Txema & Antonio). En mi defensa podría decir que no pagué la entrada para ver semejante espectáculo, que una chavalita muy simpática que conocimos Antonio y yo, la noche anterior en un bar, trabaja en los cines y nos dio invitaciones. Verídico, pero es igualmente imperdonable, mea culpa.

Antes de ponerme como una fiera, destacar dos cosas: la peli entretiene y cuando se meten los unos a los otros dan ganas de dar a todo el que esté alrededor.

Ahora bien, el argumento es insultante, la peli va de un notas: Leonidas (muy musculoso y cargado de valores él) se va a las Termópilas con 300 valientes soldados para hacer frente al malvado Emperador Jerjes y su ejercito de esclavos (muy malos y moros ellos) que llegan a Esparta a poner en jaque sus valores de libertad.

Mientras el valiente Leonidas se parte los cuernos por esos valores, en Esparta algunos no ven con buenos ojos su actuación , una pandilla de traidores , vendidos al enemigo y homosexuales pacifistas. Antes de la batalla en que los 300 morirán como valientes el Rey Leonidas manda a Esparta a uno de sus hombres, para que cuente lo que habían hecho y los demás se concienciaran de lo importante de combatir al enemigo. Al final, como siempre, ganan “los buenos” y Esparta hace frente, como dios manda, al enemigo.

La carga ideológica de la película no vale la pena comentarla, porque es obvia, pero yo me pregunto si esos 300 valientes espartanos nobles y suicidas por su causa, que defienden su cultura, sus leyes y su modo de vida, no se reflejan más en unos terroristas suicidas que en marines americanos.

En definitiva, la película inoculará ideas jodidas a quien se deje inocular (los moros son malos malísimos, hacemos guerras en todo el mundo en defensa de tu modo de vida, quienes no estén de acuerdo con esto son unos cobardes, vendidos y traidores), podrían haber metido el mensaje mas disimuladamente, es casi obsceno el descaro, pero vivimos en el mundo que vivimos y no hace falta, la gente es idiota.

viernes, 13 de abril de 2007

Argentina

Es una palabra de 9 letras con la que se designa a un estado situado en el sur del continente americano. También se puede decir de ella que es una República, Representativa y Federal, que por su extensión es el octavo estado del mundo y así puedo estar hasta mañana. ¿Pero que es para mi Argentina?

No voy a ponerme “tanguero” y hablar de “mi Buenos Aires querido”, de “los cien barrios porteños” o de la tierra de Borges, Maradona, Gardel y tantos otros.

Argentina es una cosa muy grande, un ente, hacia el que yo no soy capaz de experimentar ningún tipo de sentimiento especial, seré raro, pero es lo que hay.

Esos sentimientos me los reservo para otras cosas, para lugares muy chicos, incomparables en tamaño con un país, pero que a mi me dicen mucho más.

En Argentina están la mayoría de esos lugares, escenarios de tantas cosas que viví y jamás olvidaré, en Argentina está mucha gente a la que quiero y me da tanta pena no ver día a día. Argentina es algo muy amplio y si bien están allí, Argentina es un conjunto demasiado grande, donde se diluye todo aquello que tanto quiero. Es injusto diluir algo que uno quiere tanto, por eso para mi Argentina solo es: una palabra de 9 letras.

jueves, 12 de abril de 2007

Kiwi

El kiwi crece en una planta trepadora que lleva el mismo nombre y es considerado un fruto muy sabroso, de interesantes propiedades nutritivas y muy saludable.

China Continental. Nueva Zelanda, Brasil, Italia y Chile, son los principales países productores, aunque en España también se producen algunas variedades especialmente selectas, que hacen las delicias de quien tiene la fortuna de saborearlas.

Queridos amigos, si tienen la suerte de poder probar este delicado fruto: adelante, pero con cuidado, uno o dos al día son recomendables, pero su abuso, aunque no peligroso para la salud, tampoco es aconsejable.

miércoles, 11 de abril de 2007

Parecerá que fue un accidente

A horas de haber terminado esa semana maravillosa, especialmente en Sevilla, donde los fariseos más variopintos y la prebe amante de las tradiciones más ¿catetas?, se dan cita en la calle para entorpecer la normal circulación por la ciudad, me puse a darle vueltas al asunto.

Siempre me he preguntado que pasaría si a un mesías le diera por aparecer en estos tiempos que corren. A aquel lo crucificaron, pero al menos ahora le hacen procesiones. (Si el primer hippie de la humanidad levantara la cabeza, que poco le gustaría que se usara su santo nombre en vano).

Ese mesías ya está muerto, o crucificado, resucitado de entre los muertos y sentado a la derecha de dios, padre todo poderoso y bla bla bla. Pero lo que me atormenta es: ¿que pasaría si hoy aparece uno con el mismo rollo? Por aquel ya queda poco que hacer, está claro. Alguna vez me plantee, dadas las oportunidades laborales, la posibilidad de dedicarme a eso, a lo de mesías digo, pero he de alertar a posibles interesados que la opción de trabajar en bares es mas reconfortante.

Todas las religiones apuntan hacia lo mismo, a no pensar, dios dice, Alá dice y su puta madre dice, pero ninguna, o casi ninguna (el budismo me hace dudar), incita, estimula o favorece el libre pensamiento. Con los estados pasa lo mismo. Esto es así, se hace así, esto es bueno, esto es malo y el que piensa distinto es un infiel, el infierno le espera.

Los mesías, en cambio, traen algo nuevo, un mensaje que atribuyen al dios que le de la gana, pero que viene a revelarnos algo, un mensaje, que lógicamente es algo nuevo, porque si es algo ya establecido ¿para que va a mandarnos al tipo este?¿qué sentido tendría? Para eso tenemos al amigo Federico.

Con estas religiones y el mundo organizado (tipo laico de religión moderna) que tenemos , queridos feligreses, nos cargaríamos al santo que fuera, porque hace 2000 años y ahora impera lo mismo, a aquel se lo cargaron por levantar su voz contra muchas cosas que el sentido común apuntaba y hoy tres cuartos de lo mismo. Todo los días muere en el mundo gente por oponerse a distintas barbaridades y no solo en dictaduras absurdas (que despreciamos en nuestro “mundo civilizado” porque nos suenan a otros tiempos), también en nuestro primer mundo ocurre lo mismo, quizá aquí me puedo permitir escribir esto con nombre y apellido, pero esto lo leen mi madre y dos amiguetes, eso no es “peligroso". Además tampoco es rentable y da muy buena imagen que un don Nadie pueda decir o escribir lo que le salga de las pelotas, eso es libertad de expresión, si señor.

Pero los medios de comunicación son lo que son y los controla quien los controla, a ver quien es el valiente que da la nota. Y pienso en los medios porque es lo que me toca y son, creo yo, “la misa de doce 24hs de los estados desarrollados”, con otra forma, pero el mismo fondo.

¿Y si uno se empeña en ser un mesías moderno, uno que quiere cambiar algo desde la lógica, que cuestione las bases de lo establecido?¿Y si comienza a gozar la criatura de cierta relevancia? Hace 2000 años lo crucificaron, hoy: parecerá que fue un accidente...

martes, 10 de abril de 2007

Reflexiones de otros: SI, ajenas: NO

Es una especie de declaración de intenciones, estaba escribiendo la primera entrada de este blog y me vi escribiendo “reflexiones propias o ajenas”. No, ya empezamos con el pié izquierdo (siempre me pregunté de donde viene lo del pié izquierdo ¿tiene alguna connotación política?). Digo yo, que serán reflexiones propias y no propias, porque una reflexión ajena es otra cosa.

Una reflexión ajena a una mía puede ser la de, no se, ¿Ratzinger Z?, es un buen ejemplo, si, pero no la de mucha gente a la que puedo admirar y me gustaría publicar cuando encuentre adecuado, no es una reflexión ajena.

Desde ya que no voy a publicar reflexiones de gente, como por ejemplo el antes mencionado mandamás de los retrógrados, pero si las de gente que creo merecen ser compartidas con quién le de por leer este blog, y en todo caso nunca me serán ajenas, simplemente que han sido escritas por alguien distinto que yo mismo.

Hoy me ha dado por pensar en esta tontería y reflexionarla en mi cuarto de baño, creo que la cosa no funciona ¿tendré que cambiar de water?.

Bueno, se acabaron las declaraciones de intenciones...

lunes, 9 de abril de 2007

Puntapié inicial

Así soy yo, caótico y a la vez quiero controlarlo todo. No he terminado con mi blog sobre música que ya tengo que montar un segundo. Que remedio. Como decía Borges de los peronistas, y yo hago extensible al ser humano, entre ellos yo: “No son ni buenos, ni malos, simplemente son incorregibles”.

A modo de inauguración, cual puntapié inicial de un partido de fútbol, quería explicar de que va a ir este espacio que se me ocurrió crear (por eso de mi necesidad de tenerlo todo controlado y el caos a la vez). Básicamente será un espacio caótico, en el que iré poniendo lo que me de la gana, pensamientos míos o de otros, pero nunca ajenos (seguramente este será el título de la siguiente entrada).

Puesto a crear un blog he descubierto que hay que tener en cuenta dos cosas, el título que se le da y, por llamarlo así, la dirección. El título de este me salió solo, digamos que este blog será un “algo” que parte de un titulo, como el otro es un título para englobar un “algo” existente con anterioridad. Por otra parte lo de la dirección: en este caso es la que había y se me ocurrió lo de “miss” para dar un poco de ambigüedad sexual al asunto.

Esto de los blogs comienza a engancharme y a la vez me cuesta mucho trabajo dejarme llevar por ellos, lo intentaré, es todo lo que puedo prometer, lo aprendido estudiando periodismo me hace verlos como algo “conceptualmente aberrante”.
Intentaré desaprender lo aprendido, o quizá simplemente quitarme de la cabeza los “P” y “NP” de mi época en esa institución monstruosa y creadora de autómatas, donde pasé mis años estudiantiles.