La más caprichosa de las matemáticas decía que 43 serían suficientes para la hazaña, pero llegado el momento de la verdad, y con los 43 presentes, las dudas comenzaron aparecer como esas personas que nunca se esperan y llegan cuando nadie quiere que lo hagan.
La tarde se presentaba propicia para el acto heroico pero los presentes se preguntaban si con 43 sería suficiente. Las noticias llegadas desde otras latitudes se antojaban confusas y el nerviosismo se apoderaba de los presentes.
Momentos indescriptiblemente dramáticos y de euforia se sucedían minuto a minuto como si todas esas almas sufrieran colectivamente el más agudo de los trastornos bipolares.
Finalmente uno trajo la noticia de que el numero mágico era suficiente: 43. La tristeza se había quedado a cientos de kilómetros. Desde unas bellas islas la pena y el dolor viajaban hacia ventosas tierras.
43 que al final fueron 44 porque ese emisario esperado y misterioso confesó a la multitud expectante, segundos antes de que la algarabía se desatara, que era el número 44.
La tarde se presentaba propicia para el acto heroico pero los presentes se preguntaban si con 43 sería suficiente. Las noticias llegadas desde otras latitudes se antojaban confusas y el nerviosismo se apoderaba de los presentes.
Momentos indescriptiblemente dramáticos y de euforia se sucedían minuto a minuto como si todas esas almas sufrieran colectivamente el más agudo de los trastornos bipolares.
Finalmente uno trajo la noticia de que el numero mágico era suficiente: 43. La tristeza se había quedado a cientos de kilómetros. Desde unas bellas islas la pena y el dolor viajaban hacia ventosas tierras.
43 que al final fueron 44 porque ese emisario esperado y misterioso confesó a la multitud expectante, segundos antes de que la algarabía se desatara, que era el número 44.
2 comentarios:
jajajja, qué forma críptica de relatar algo tan simple! El Recre se salvó, punto! Hasta el próximo año de agonía.
Por lo que veo, la verba y la guitarra, intactas.
Si las l�grimas fueran euros ser�a millonario. Esperemos no tener que esperar hasta el �ltimo aliento el a�o que viene.
Quien no lo vivi� no lo entiende...
Publicar un comentario