La vista panorámica y total de las cosas puede ser una virtud, pero la tiranía de ésta se convierte en un flagrante defecto. A veces es mejor quedarse con una pequeña parte de realidad, el que mucho abarca poco aprieta que dirían los viejos castellanos.
Es momento de hacer zoom, la vista panorámica solo tiene que servir para decidir donde hacerlo y cuando esto ocurra buscar el lente más potente.
Es un punto de inflexión, se tienen que acabar los grandes objetivos en plural para no poder con nada, se acabó el venderse la piel del lobo, no solo antes de cazarlo, sino antes de verlo incluso.
Zoom, en un potente zoom está la clave. Ahora solo queda una despedida de la vista panorámica para contemplar las bellezas que da el todo y concentrarse de una puñetera vez en el detalle que destaque por sobre lo demás.
Es momento de hacer zoom, la vista panorámica solo tiene que servir para decidir donde hacerlo y cuando esto ocurra buscar el lente más potente.
Es un punto de inflexión, se tienen que acabar los grandes objetivos en plural para no poder con nada, se acabó el venderse la piel del lobo, no solo antes de cazarlo, sino antes de verlo incluso.
Zoom, en un potente zoom está la clave. Ahora solo queda una despedida de la vista panorámica para contemplar las bellezas que da el todo y concentrarse de una puñetera vez en el detalle que destaque por sobre lo demás.
1 comentario:
Desde que te conocí, yo no lo hubiese explicado con esas palabras, pero si que pensé que tu lente abarcaba mucho más de lo que yo estaba acostumbrada a mirar, ya ha pasado tiempo de esto por lo que habrán cambiado mucho las cosas, pero mi opinión respecto al tema es que al hacer zoom, y disfrutar de los detalles, los problemas del mundo se olvidan y hacen menos daño. Es cómodo, si, es positivo ampliar la lente y estar pendiente de lo que pasa, esto influye a nivel personal, en positivo, pero también en negativo.
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