Fueron 48 horas que se hicieron eternas. La enésima gota era la que finalmente colmaba el vaso demasiado lleno desde hacía años. El gobierno daba luz verde al tristemente celebre corralito y un día como hoy de hacer 6 años comenzaba una revuelta que no dejó dormir por dos días a Buenos Aires.El resultado de aquello, sin contar unos cuantos muertos, fue un gobierno que escapa con la misma cobardía con la que gobernó, un cambió de política en lo que a economía y política exterior destacable y poco mas.
El cambio no fue profundo como la masa pedía, el vulgo se conformó con una limpieza de cara, cambio de figuritas y los necios ahora ven que esto es una maravilla cuando, 6 años después, los problemas de fondo siguen siendo practicamente los mismos.
El pasado ya no importa y el futuro no llegó...
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